Apende cómo evitar perder calor en tu casa este invierno con estos trucos
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¿Sabías que hasta el 35% del calor de tu hogar puede perderse por paredes y techos mal aislados?, ¿Sientes que el frío invade tu hogar a pesar de tener calefacción? Saber cómo evitar perder calor en tu casa es fácil de solucionar con los consejos que te daremos en este post.
A continuación, te te enseñaremos cómo identificar los puntos críticos de fuga de calor, qué materiales y técnicas usar para mejorar el aislamiento, y cómo mantener tu casa cálida y eficiente sin gastar de más.
Y es que lo mejor de todo es que no necesitas hacer grandes reformas complejas, sino llevar a cabo varios consejos y soluciones prácticas de hacer.
Cómo evitar perder calor en tu casa
Lo primero que debes entender es que el frío no es tu enemigo, sino la fuga del calor. Antes comentábamos el dato, respaldado por estudios de eficiencia energética, de que casi el 40% del calor de tu hogar puede llegar a perderse por un mal aislamiento.
Esta falta de aislamiento es mayor en paredes y techos y deja claro que las fugas de calor son uno de los principales enemigos del confort en invierno.
El resultado de tener problemas de aislamiento, ventanas ineficientes y pequeñas fugas que parecen invisibles provoca que las habitaciones estén frías, pagues de más en tus facturas de calefacción y tengas un ambiente en tu hogar menos acogedor debido a la temperatura interior más baja de lo normal.
Arregla las fugas de calor
Una vez sabes cuál es el enemigo lo primero que debes hacer es identificar cuáles son las principales fuentes de pérdida de calor.
Piensa que el calor en tu casa puede escapar por diferentes puntos, afectando la temperatura interior y haciendo que gastes más en calefacción. Los culpables más comunes incluyen:
- Ventanas y puertas mal selladas: hasta el 25% del calor puede escapar por estas áreas.
- Mal aislamiento en paredes y techos: un aislamiento deficiente puede ser responsable de hasta un 35% de la pérdida de calor.
- Suelos sin protección: aunque suele pasarse por alto, los suelos pueden permitir la pérdida de hasta un 10% del calor.
- Grietas y huecos: pequeñas fisuras en paredes, techos y juntas pueden parecer insignificantes, pero contribuyen significativamente a la fuga de calor.
Suelo, ventanas y puertas: sellado y soluciones prácticas
Aunque suele ser ignorado, el suelo es otro punto crítico de fuga de calor. Protegerlo es más sencillo de lo que parece con estos trucos.
- Instala alfombras gruesas: Son una solución estética y funcional que ayuda a aislar el suelo de habitaciones.
- Aislamiento debajo del suelo: Si tienes acceso al espacio bajo el suelo (como sótanos), instalar capas aislantes puede marcar una gran diferencia.
Ni que decir tiene tanto las ventanas como las puertas son puntos críticos para la pérdida de calor. Un sellado adecuado puede marcar la diferencia.
- Instala burletes y selladores: estas tiras de goma o silicona en ventanas y puertas son simples de instalar y muy efectivas para evitar la entrada de aire frío por las juntas de puertas y ventanas.
- Cortinas térmicas: están diseñadas con materiales aislantes que ayudan a retener el calor. Úsalas por la noche para mejorar la temperatura interior.
- Puertas de entrada con aislamiento: Si tu puerta principal no tiene una capa de aislamiento, considera colocar una barrera adicional, como un panel aislante en la cara interna.
Soluciones prácticas y eficientes para mejorar el aislamiento
El aislamiento es la base para conservar el calor en tu hogar. Si tu casa no está bien aislada, el calor generado por la calefacción se escapará rápidamente, obligando a los sistemas a trabajar más.
- Aislamiento en paredes: si tus paredes son de construcción tradicional y no cuentan con aislamiento interno o externo, estás perdiendo una gran cantidad de calor. Considera instalar paneles de aislamiento o rellenos especializados en las cavidades. Otra solución es aplicar a las paredes pintura térmica, ya que mejora el aislamiento al reflejar el calor hacia el interior.
- Aislamiento en techos y áticos: el calor tiende a subir, por lo que un techo mal aislado actúa como una puerta abierta hacia el frío. Materiales como lana mineral o espuma rígida son excelentes opciones para mantener el calor dentro. Tapar grietas con masilla o espuma expansiva también es crucial para evitar fugas de calor.
- Ventanas de doble acristalamiento: estas ventanas no solo reducen la pérdida de calor, sino que también aíslan el ruido. Si no puedes cambiarlas, utiliza burletes y cortinas térmicas como alternativas temporales. También puedes colocar cortinas gruesas o térmicas ya que ayudan a bloquear el frío y retener el calor, especialmente por la noche.
Los beneficios de hacer todo lo anterior son claros:
- Menor consumo energético.
- Mayor confort y un hogar más sostenible.
Y es que tener un buen aislamiento transforma tu casa en un espacio cálido y eficiente y ayuda a reducir la factura de la luz y la calefacción.
Piensa en lo que te contamos al inicio, un hogar bien aislado puede reducir hasta un 30% el consumo energético anual, según datos de la IEA o Agencia Internacional de la Energía.
Esta información coincide con la del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de España, una vivienda bien aislada puede ahorrar entre un 20% y un 30% en gasto de calefacción, y entre un 25% y un 50% en el caso de viviendas unifamiliares.
Esto no solo significa facturas más bajas, sino también una menor emisión de gases de efecto invernadero, contribuyendo a un estilo de vida más sostenible.
Además, un buen aislamiento asegura una temperatura interior constante, mejorando el confort en todas las estaciones del año.
Trucos de mantenimiento para pagar menos con la calefacción
Además de evitar la pérdida de calor, es importante optimizar cómo utilizas tu sistema de calefacción. Para ello, ten en cuenta estos consejos:
- Programa tu termostato: configura la calefacción para que funcione solo cuando estés en casa y mantén una temperatura constante de entre 18-21 °C.
- Si tu caldera no regula la temperatura, puedes instalar válvulas termostáticas en sus radiadores, que controlarán la temperatura en cada habitación, o un regulador para la caldera. Es fácil de colocar y se amortiza rápidamente.
- Radiadores bien ubicados: asegúrate de que no estén bloqueados por muebles o cortinas para que el calor circule eficientemente.
- La limpieza de los quemadores y el buen mantenimiento de tu caldera de gas aumentan la seguridad y la hace más eficiente.
- Calienta solo las habitaciones que uses: cierra las puertas de las habitaciones que no necesites calentar para concentrar el calor en las áreas más utilizadas.
- No es recomendable el uso de cubre-radiadores o repisas sobre los radiadores, pues disminuyen su eficacia. Por el contrario, colocar láminas de aluminio detrás de los radiadores, con el lado opaco hacia la pared o cubiertas convectoras frontales ahorra energía.
Obras y mejoras en la calefacción
Al margen de todo lo anterior y siempre que puedas invertir o hacer obras en casa para mejorar la calefacción debes tener en cuenta lo siguiente.
Si no puede disponer de una calefacción a base de energías renovables o apoyada por éstas, siempre es preferible que la caldera sea de gas, que de gasóleo o termos eléctricos. Si puedes instalar calderas de condensación o de baja temperatura, ya que tienen rendimientos más altos que las normales.
Si no existe otro remedio y elige los sistemas eléctricos, los más eficientes son las bombas de calor (ahorran hasta un 60% de energía en invierno), seguidas de los acumuladores, si dispone de la tarifa nocturna, y por último los suelos radiantes.
Por el contrario, se desaconsejan los radiadores y convectores eléctricos, si no es para usos esporádicos.
Es muy importante que el sistema elegido disponga de un regulador de temperatura y de sensores de ambiente con programador de tiempos y temperaturas.
Así, podremos incorporar en nuestro hogar tecnologías y soluciones eficientes como la domótica que nos puede ayudar a controlar las necesidades de climatización de la casa en función de los horarios de ocupación, actividades desarrolladas, temperatura exterior o interior y orientación de cada espacio, entre otras características.
¿Cómo evitar perder calor en tu casa con el agua caliente?
Para el suministro de agua caliente sanitaria considera la utilización de paneles solares térmicos (como sistema único o como apoyo).
Ten en cuenta que la inversión es más alta pero se amortiza con el ahorro obtenido en un par de años o menos, dependiendo del consumo.
Con estos consejos y propuestas sobre cómo evitar perder calor en tu casa acabamos esta completa guía que esperamos os sea útil tanto para conservar la temperatura en vuestro hogar y paséis un invierno calentito y sin fugas de calor.
Desde Renovalia esperamos que os haya gustado y os invitamos a visitar el resto de artículos que tenemos en nuestro blog de estilo de vida.
Finalmente, os deseamos que paséis unas Felices Fiestas de Navidad y una Feliz entrada de año en compañía de vuestros seres queridos y familia.