Descubre cómo limpiar los rincones sucios del hogar que suelen pasar desapercibidos
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¿Alguna vez te has preguntado por qué, a pesar de limpiar regularmente tu casa, sigues notando polvo, olores extraños o simplemente una sensación de que algo no está del todo limpio? El problema podría estar en saber cómo limpiar los rincones sucios del hogar que casi nadie incluye cada semana cuando pasamos una mopa o usamos la aspiradora. Estos puntos críticos acumulan bacterias, ácaros y suciedad silenciosamente, afectando el olor y la higiene general de tu hogar y, potencialmente, la salud de quienes viven allí.
Para darle solución a ese problema hemos preparado esta guía donde sabrás cuáles son esos rincones que probablemente pases por alto en tu casa, por qué son tan importantes y cómo puedes hacer para incluirlos fácilmente en tu rutina de limpieza sin que sea un gran esfuerzo. Desde los zócalos hasta los mandos a distancia, descubrirás soluciones prácticas y efectivas que harán que tu hogar esté realmente limpio de arriba abajo.
¿Cuáles son y cómo limpiar los rincones sucios del hogar?
Ya sea que limpies un poco todos los días (es lo recomendable, pero pocos lo hacen, seamos honestos) o lo hagas todas las semanas hay zonas de la casa en las que nos centramos más que otras. Piensa que lo normal es limpiar lo más visible y accesible: es decir, suelos, encimeras, inodoros y lavabos.
Pero como ya sabrás, hay todo un mundo de zonas y rincones que quedan lejos de nuestras escobas, aspiradoras y trapos de limpieza. El problema es que estos puntos olvidados se convierten en auténticos nidos de bacterias, ácaros y suciedad acumulada que pueden afectar tanto a la higiene general del hogar como a nuestra salud.
Para que veas su importancia, te vamos a dar un dato. Según un estudio realizado por la Universidad de Barcelona en colaboración con la Fundación de Estudios para la Salud y la Seguridad Social (FESS):
Estos rincones olvidados pueden albergar millones de microorganismos patógenos, convirtiendo espacios aparentemente limpios en focos de contaminación para toda la familia.
Ahora que sabemos de su importancia te contamos qué puntos son los más olvidados y todo lo que debes saber sobre cómo limpiar los rincones sucios del hogar para evitar la acumulación de polvo y suciedad en esas zonas.
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Los zócalos: el borde inferior olvidado
Los zócalos son, probablemente, uno de los elementos más olvidados durante la limpieza. Ubicados en la parte baja de las paredes, acumulan polvo y suciedad constantemente. Al estar cerca del suelo, reciben partículas que levantamos al caminar y que se adhieren a su superficie.
- Para limpiarlos correctamente, lo ideal es usar un cepillo pequeño adaptado a la aspiradora para eliminar el polvo superficial.
- Si los zócalos son lavables, una solución de agua templada con jabón neutro y un paño de microfibra ligeramente humedecido será suficiente para dejarlos impecables. En caso de manchas persistentes, te recomendamos añadir una cucharada de bicarbonato de sodio a la mezcla ya que las elimina mejor y no daña las paredes ni la pintura.
- Es recomendable incluir esta tarea en la limpieza semanal, especialmente en zonas de alto tránsito como pasillos y entradas.
Ahora pasamos a un objeto que posiblemente ni te hayas dado cuenta de las veces que lo tocas cada día. Nos referimos a los pomos de las puertas e interruptores de luz.
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Interruptores y pomos: tocados cien veces al día, limpiados nunca
Piensa en cuántas veces al día tocas un interruptor o un pomo de puerta. Ahora pregúntate: ¿Cuándo fue la última vez que los limpiaste? Estos elementos acumulan grasa, bacterias y gérmenes de forma constante debido al contacto continuo con nuestras manos.
La manera correcta de limpiarlos es desconectar siempre la electricidad antes de limpiar interruptores y utilizando una solución desinfectante suave. El vinagre blanco diluido en agua (en proporción 1:1) es una excelente opción natural.
- Empapa ligeramente un paño o un cepillo de dientes viejo y frota con cuidado, prestando especial atención a las ranuras y esquinas.
- Para terminar, pasa un paño seco para evitar que la humedad pueda dañar el mecanismo eléctrico.
En el caso de los pomos, puedes usar la misma solución o alcohol al 70%. Conviene desinfectarlos al menos una vez por semana, o incluso a diario durante periodos de enfermedad en casa.
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Lámparas y apliques: luz que no brilla
Como sabrás cada vez que mueves una lámpara de esas que tienen muchas bombillas el polvo inunda toda la habitación. Y es que con el tiempo, esta acumulación puede reducir significativamente la luminosidad, haciendo que gastemos más energía para conseguir la misma iluminación.
Para su limpieza, siempre con las luces apagadas y frías, utiliza un plumero para eliminar el polvo superficial de pantallas y estructuras.
En lámparas desmontables, puedes lavar las pantallas de cristal o plástico con agua templada y jabón suave, secándolas completamente antes de volver a montarlas. No olvides limpiar también las bombillas (siempre frías) con un paño ligeramente humedecido.
Lo ideal es hacer esta limpieza cada 3 meses, ya no te decimos cada mes y es que honestamente, ¿Quién lo hace así?. Otro truco para hacer el proceso más rápido, eso sí, es menos efectivo, es usar el mango de una escoba con un trapo al final y limpiar las lámparas y bombillas.
Pero ten cuidado, no le des muy fuerte. Y una cosa importante: al acabar aspira la habitación y la zona de debajo de la lámpara.
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Persianas y cortinas: filtros de polvo continuo
Las persianas son auténticas trampas para el polvo, especialmente en sus lamas horizontales. Al subirlas y bajarlas, parte de ese polvo se dispersa por la habitación, afectando a la calidad del aire interior.
Para limpiarlas correctamente, baja la persiana completamente y pasa un cepillo o accesorio especial de la aspiradora para eliminar el polvo superficial.
Después, prepara una solución de agua tibia con jabón neutro y pasa una esponja o paño humedecido (no empapado) por cada lama, secando a continuación con un paño limpio para evitar marcas de agua.
En cuanto a las cortinas, la mayoría de ellas puedes ponerlas en la lavadora, aunque te recomendamos que leas las instrucciones de la etiqueta. No vaya a ser que sean de un material delicado que necesiten ser lavadas a mano.
En ese caso, o si son muy delicadas puedes hacer un aspirado regular a baja potencia o una limpieza con vapor puede mantenerlas en buen estado entre limpiezas profesionales.
Puedes usar este método para estores y otros textiles.
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Mandos a distancia, móviles y teclados: bacterias en la palma de tu mano
Estos dispositivos que usamos constantemente son verdaderos focos de bacterias y suciedad. Multitud de estudios confirman que los mandos a distancia contienen niveles de bacterias hasta 10 veces superiores a los inodoros.
Para limpiarlos correctamente, retira las pilas o apaga los dispositivos antes de comenzar. También puedes hacer esto:
- Usa una mezcla a partes iguales de agua y alcohol isopropílico en un paño ligeramente humedecido, nunca empapado, para evitar daños en los componentes electrónicos.
- Usa un bastoncillo de algodón humedecido en la misma solución ya que te ayudará a llegar a los huecos entre botones y teclas.
En el caso de teclados de ordenador, puedes utilizar también aire comprimido para eliminar migas y polvo acumulado entre las teclas antes de desinfectar. Se recomienda limpiar estos dispositivos semanalmente o incluso con mayor frecuencia durante periodos de enfermedad.
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Interior de cubos de basura: no solo importa el exterior
Por mucho que cambies la bolsa de basura cada día y pases un trapo al cubo, lo cierto es que el interior sigue sucio y es raro el momento que le dedicamos atención para limpiarlo.
El problema no es tanto la suciedad, que también, si no los malos olores que se quedan en la zona. Para evitar este problema haz lo siguiente:
- Vacía por completo el cubo y lávalo con agua caliente y detergente.
- Para desinfectar, usa una solución de vinagre blanco y agua o una mezcla de agua con lejía diluida (una parte de lejía por diez de agua).
- Deja actuar durante unos minutos, enjuaga bien y seca completamente antes de colocar una nueva bolsa.
Realizar esta limpieza al menos una vez al mes evitará malos olores y la proliferación de gérmenes. En la cocina, puede ser necesario hacerlo con mayor frecuencia, especialmente en verano.
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Filtros de campanas extractoras y aires acondicionados: purificadores que necesitan purificación
Los filtros de estos aparatos cumplen la función de retener partículas, grasa y polvo, pero si no los limpiamos regularmente, no solo pierden eficacia sino que pueden convertirse en focos de contaminación.
Para las campanas extractoras, retira los filtros siguiendo las instrucciones del fabricante. Sumerge los filtros metálicos en agua caliente con detergente desengrasante y bicarbonato durante 30 minutos antes de frotar con un cepillo no abrasivo. Enjuaga bien y seca completamente antes de volver a colocarlos.
En el caso de los aires acondicionados, apaga y desenchufa siempre el aparato antes de manipular los filtros. Retíralos con cuidado y aspira el polvo superficial. Después, lávalos con agua tibia y jabón neutro, enjuágalos y déjalos secar completamente antes de volver a instalarlos.
Incorporar estos puntos críticos a nuestra rutina de limpieza puede parecer abrumador al principio, pero con una buena planificación resulta sencillo. Si no tienes tiempo, te dejamos una serie de consejos para ocuparte de estos rincones cuanto tengas un pequeño hueco y que no te llevará muchos minutos.
Limpieza profunda de zonas olvidadas en menos de 15 minutos
- Limpieza profunda de zonas olvidadas en menos de 15 minutos.
- Programa una alarma diaria de 15 minutos exclusivamente para limpiar un rincón olvidado diferente cada día.
- Usa un paño de microfibra humedecido con vinagre blanco diluido para limpiar zócalos e interruptores en menos de 5 minutos.
- Sumerge bayetas y esponjas en agua con una cucharada de bicarbonato y unas gotas de limón; deja actuar durante la noche para eliminar bacterias. En especial, en zonas que tengan grasa como la cocina.
- Introduce las cortinas de ducha en la lavadora con una taza de vinagre blanco una vez cada tres meses para eliminar el moho sin esfuerzo.
- Limpia los mandos a distancia y móviles con una mezcla de alcohol al 70% y agua a partes iguales, usando un bastoncillo para llegar a los huecos.
- Programa un día sí o sí cada semana para desinfectar el interior del cubo de basura con agua caliente y vinagre, evitando así malos olores y la proliferación de bacterias.
Consejos para mantener estos rincones limpios a largo plazo
Mantener a mano productos básicos como vinagre blanco, bicarbonato, alcohol y paños de microfibra facilita enormemente estas tareas.
Con estas sencillas pautas y consejos sobre cómo limpiar los rincones sucios del hogar, conseguirás un hogar realimente limpio, además de eliminar focos de suciedad que, aunque no los veas a simple vista, afectan más de lo que piensas al bienestar y la salud de las personas que viven .
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