¿Qué es Smart y cómo funciona esta metodología para planificar objetivos?
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¿Te gustaría alcanzar ciertas metas profesionales y personales, pero tienes problemas para definirlas y conseguirlas?, ¿Sientes que tus objetivos son demasiado vagos o inalcanzables? La metodología SMART podría ser la solución que estás buscando. Hoy te vamos a hablar de qué es Smart, una técnica de planificación de objetivos que puede ahorrarte tiempo, energía y recursos valiosos, permitiéndote lograr resultados tangibles de manera más eficiente.
Si quieres saber cómo, sigue leyendo y descubre todo lo que necesitas saber para conseguirlo.
¿Qué es SMART y para qué sirve esta metodología?
Existen muchas formas de conseguir un objetivo, pero la clave es organizar y planificar aquello que deseas para hacerlo realidad. Para ello, existen varias formas, desde la planificación diaria, pasando por sistemas como el Kaizen a metodologías muy concretas como el sistema SMART que es de lo que te vamos a hablar hoy.
La planificación de objetivos es una de las claves para alcanzar el éxito en cualquier ámbito de la vida, ya sea personal o profesional. Y una de las mejores formas para establecer y alcanzar objetivos es la metodología SMART.
La metodología SMART es un acrónimo inglés que se utiliza para establecer objetivos claros y alcanzables. Cada letra de SMART representa un criterio específico que debe cumplir un objetivo para ser considerado bien definido:
- S: Específico (Specific).
- M: Medible (Measurable).
- A: Alcanzable (Achievable).
- R: Relevante (Relevant).
- T: Temporal (Time-bound).
A continuación, os detallamos cada componente con un ejemplo para que entendáis cómo funciona cada una.
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S de Específico
Un objetivo específico responde a las siguientes preguntas: ¿Qué quiero lograr? ¿Por qué es importante y quién está involucrado? Es importante hacerse cuestiones del tipo; ¿Dónde se encuentra? o ¿Cuáles son los requisitos y limitaciones?
Un ejemplo podría ser el siguiente: “Aumentar las ventas de nuestro producto X en un 20 % en el mercado europeo.” Otra opción: “Conseguir que nuestros hijos aprueben 8 de 10 asignaturas con un notable de media“.
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M de Medible
Piensa que la capacidad de medir tu progreso es crucial para conseguirlo. Aquello que no mides no queda reflejado por lo que se desconoce su avance. Por este motivo, todos los objetivos medibles responden a la pregunta: ¿Cómo sabré que se ha logrado?
Para que te des cuenta puedes usar este caso: “Hacer 15 minutos de cardio cada vez que vaya al gimnasio por semana y durante el próximo trimestre.”
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A de Alcanzable
Es importante establecer objetivos que sean realistas y alcanzables. Esto no significa que los objetivos deban ser fáciles, pero sí posibles.
En otras palabras, debemos hacer que nuestras metas sean un poco difíciles, pero que se puedan cumplir. Se trata de forzarnos un poco más cada día.
Aquí tienes un ejemplo profesional y personal: “Incrementar las ventas del producto X en un 20% estableciendo una nueva campaña de marketing digital.” Otro caso sería: Hacer series de 10 flexiones diarias con un aumento de 1 flexión cada día. O también, aumentar 200 pasos cada día a la hora de caminar.
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R de Relevante
Un objetivo relevante se alinea con otros objetivos y metas. Debe tener sentido en el contexto general de tus planes a largo plazo. Por ejemplo, no es normal que te impongas correr si lo tuyo es hacer ciclismo.
Y es que los objetivos y metas que te marques deben estar alineados con la mejor estrategia y tus prioridades para que así los puedas conseguir fácilmente.
De esta forma, un ejemplo profesional sería: “Aumentar las ventas del producto X para alcanzar el objetivo anual de crecimiento del 15%”. Otro ejemplo de objetivo personal sería: Mejorar mi salud física y mental a través de la práctica regular de ejercicio.
Practicar ejercicio regularmente no solo beneficiará mi salud, sino que también me ayudará a sentirme más energético, reducir el estrés y mejorar mi estado de ánimo.
Esto se alinea con mis valores y metas personales de tener una vida más equilibrada y satisfactoria.
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T de Temporal
Todo objetivo necesita una fecha límite, por lo que debes fijar un plazo de tiempo para su cumplimiento. Así, te ayuda a enfocar mejor los esfuerzos y proporciona un plazo claro. Esto facilita su seguimiento, evaluación y cumplimiento. Un ejemplo de temporal sería: Levantar 50 kilos en press banca en 3 meses o aprender 1.000 palabras de inglés en 3 meses.
Otra opción, en este caso, profesional sería: Aumentar las ventas del producto X en un 20% para el 31 de diciembre de este año.”
Piensa que este objetivo tiene una fecha límite clara y específica: el 31 de diciembre de este año. Esto crea un sentido de urgencia y te motiva a trabajar de manera constante para lograrlo.
¿Cómo cumplir tus objetivos y los beneficios de este sistema?
Ahora que conoces qué es la metodología SMART y cómo funciona, toca ponerla en práctica. ¿Cómo? Fácil, a continuación, te contamos algunos trucos para conseguirlo:
- Identifica tu objetivo general: Comienza por definir qué quieres lograr en términos generales. Define si es en el terreno laboral, social o profesional.
- Aplica los criterios SMART: Refina tu objetivo utilizando los cinco criterios mencionados anteriormente. Asegúrate de que sea específico, medible, alcanzable, relevante y tenga un plazo definido.
- Escribe tu objetivo SMART: Redacta tu objetivo de manera clara y concisa, incorporando todos los elementos SMART.
- Desarrolla un plan de acción: Desglosa tu objetivo en tareas más pequeñas y establece hitos intermedios.
- Mide y comprueba cómo avanzas: Utiliza las métricas que has establecido para evaluar regularmente tu avance hacia la meta.
- Ajusta según sea necesario: Si encuentras obstáculos o tu situación cambia, no dudes en ajustar tu objetivo o tu estrategia manteniendo siempre los criterios SMART.
Lo bueno de este sistema es que te sirve para tu carrera profesional, laboral o educativa y la puedes aplicar a cualquier terreno. Desde educar a tus hijos, hasta para aprender un nuevo idioma o habilidad, pasando por adelgazar o hacer deporte.
Y es que los principios SMART te ayudan a dar orden y estructura a tus objetivos de una forma fácil y efectiva.
Al tener objetivos claros y bien definidos, es más fácil mantenerse motivado y enfocado, incluso cuando surgen obstáculos en el camino. Además, la metodología SMART fomenta una mentalidad de mejora continua muy similar a otros sistemas de productividad como el Kaizen, el Lean o el JIT.
Al establecer objetivos medibles y con plazos definidos, puedes evaluar regularmente tu desempeño y realizar ajustes para optimizar tus resultados.
Esto te permite aprender de tus éxitos y fracasos, cambiando (siempre que sea necesario) tu enfoque hacia el logro de tus metas u objetivos.
Recuerda, la clave del éxito está en una buena planificación, y con SMART, tienes una hoja de ruta clara para lograrlo.
Finalmente, desde Renovalia esperamos que os haya gustado este artículo sobre esta metodología de productividad os invitamos a leer los artículos y textos similares que publicamos cada semana en nuestro blog de vida diferente.