Los efectos de la humedad en la salud y cómo evitarla en casa
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La humedad en casa en casa, a diferencia de los que muchos suelen pensar, no sólo es un problema para el hogar, ya que afecta a la estabilidad de las paredes, muebles y hace que la casa sea menos segura, sino que a lo largo del tiempo puede influir negativamente en salud y la calidad de vida. Y aunque es cierto que la humedad está en casi todas las viviendas, sólo debemos preocuparnos por ella cuando sus niveles son muy altos, ya que es cuando aparecen y se instalan de forma permanente en las superficies microorganismos como hongos, moho y ácaros que pueden aumentar el riesgo de padecer ciertas enfermedades.
Hoy desde Renovalia, vamos a hablar de los efectos de la humedad en la salud y cómo podemos evitar su presencia en el hogar consiguiendo así un ambiente mucho más saludable.
Humedad en casa y sus efectos en la salud
Antes de todo, debemos tener claro que la humedad en casa afecta de forma significativa a la calidad del aire que respiramos y esto hace que aumente la posibilidad de contraer asma, sinusitis e infecciones pulmonares como la bronquitis. Pero esto no es todo, la humedad también puede afectar a huesos, articulaciones y músculos provocando molestias y dolores que con el tiempo pueden volverse crónicos. Escalofríos, cansancio, dificultad para respirar, dolor de cabeza, malos olores y malestar en general son otras de las consecuencias nefastas en la salud causadas por exceso de humedad.
En realidad, el gran problema no proviene de la misma humedad, sino de los microorganismos que se reproducen en las superficies húmedas y lo que esto conlleva, quiere decir que si hay humedad el aire se encuentra impregnado de partículas nocivas… Hablemos un poco más en detalle de cada una de ellas y de sus efectos.
Ácaros
Los ácaros son unas larvas invisibles que se reproducen sobre todo en ambientes húmedos y se suelen instalar en los muebles, ropa y cama… Cuanta más humedad en casa, más se reproducen provocando alergias y otros problemas de salud más graves y en algunos casos crónicos. Asma, rinitis y conjuntivitis alérgica son entre los problemas más comunes, así como eczema o dermatitis atópica si los ácaros entran en contacto con la piel. Los síntomas suelen manifestarse sobre todo en otoño prologándose durante el invierno, ya que las casas están más calientes y también menos ventiladas.
Moho
El moho es un auténtico y grave problema para la salud en varios aspectos. El lugar perfecto para que se forme son las superficies mojadas como, en la mayoría de casos, las paredes húmedas. El moho causa síntomas parecidos a una alergia, y pueden producir fiebre, estornudos, ojos rojos, goteo nasal y erupción cutánea. Pero también puede ser causa de asma, irritaciones en la garganta, piel, nariz y ojos, así como de problemas pulmonares, opresión torácica, sensación de ahogo, bronquitis o tos seca. No se descartan tampoco problemas de ansiedad, depresión, dolores de cabeza y pérdida de memoria…
El moho, aunque cuesta creer que sea así, puede llegar incluso a ser mortal en casos de personas mayores o de las que ya sufren de problemas de salud y alergias. Así que está claro que no hay que subestimarlo y poner remedio ya desde el principio o, aún mejor, tratar de evitar que aparezca.
Consejos para prevenir la humedad en casa
La mejor manera de evitar los efectos negativos de la humedad en la salud es evitar que ésta aparezca, por ello te damos algunos consejos básicos para que empieces a ponerlos en práctica.
Mejorar la ventilación
Aunque sea invierno y haga frío, no te olvides de un gesto sencillo y cotidiano que puede marcar la diferencia: abre las ventanas durante unos cuantos minutos al día y esto te ayudará a disipar cualquier rastro de humedad y a renovar el aire. Si tienes un piso sin ventanas o muy pocas, opta por un ventilador. Piensa que con la llegada de la época de lluvia la humedad se hace aún más presente en las casas con mala ventilación traduciéndose en mal olor y agua condensada por todas partes. También acuérdate de abrir los armarios y muebles cerrados al menos una vez a la semana y de ventilar el ambiente después de realizar actividades que generan humedad como bañarte o cocinar.
Revisar tu hogar
Además de mantener en buen estado las tuberías, debes revisar el techo, pues cualquier ruptura que no se arregle a tiempo hará que el agua se filtre y cause humedad. Igualmente, esta revisión se debe extender a las puertas y ventanas. Si tienen algún daño, debes reemplazarlas de inmediato.
Evitar producir más humedad
Hay actividades en el día a día que hacemos en casa que sin darnos cuenta aumentan el riesgo de producir humedad. Aquí algunos errores típicos y cómo corregirlos.
- Evita el uso de calentadores portátiles y si necesitas hacerlo acuérdate de poner un absorbente de humedad sobre todo en las habitaciones más pequeñas, ya que te ayudará a controlar el problema y tener un ambiente más saludable en casa.
- Si necesitas secar ropa húmeda y tienes espacio para colgarla en el exterior, hazlo. Pero si no puedes, opta por ponerla en el baño y no en otras habitaciones. Mantén la puerta cerrada y la ventana abierta.
- En la medida de lo posible intenta disminuir la producción de humedad, por ejemplo, al cocinar usa el extractor, tapa las ollas cuando estás hirviendo o cocinando al vapor etc.
- Si usas calefacción durante el invierno mantenla a una temperatura adecuada, cerca de unos 19 o 20 grados, ya que el aire caliente suele producir más humedad que el frío.
- Evita tener demasiadas plantas dentro de casa pues aumentan la humedad.
- Si tu casa tiene problemas de humedad, estudia la distribución de los muebles y opta por una que mejore la circulación de aire. Siempre tienes que intentar dejar más espacios libres y que el mobiliario no esté demasiado pegado a la pared.
Estos son sólo algunos consejos que te ayudarán a prevenir la humedad o a reducirla, pero si en tu casa los niveles de humedad ya se han disparado y no consigue controlar el problema, lo mejor es que te pongas en manos de profesionales que te asesoren y te ayuden a encontrar soluciones más eficaces al problema. Si quieres leer más consejos sobre como tener un hogar más saludable y ecológico, ¡sigue nuestro blog!