¡Hogar, dulce hogar!,¿Quién no desea llegar a casa y tener un hogar saludable y confortable? Hoy te vamos a contar una serie de trucos y claves para conseguir que tu casa o piso sea más atractivo y cómodo.

Y es que pocas cosas hay tan reconfortantes como llegar a casa después de una larga jornada de trabajo y sentarse a descansar en el sofá y saber que tienes un ambiente relajado, cómodo y saludable.

Consejos para tener un hogar saludable y confortable

Conseguir una casa cómoda y saludable es muy fácil si tenemos en cuenta 5 factores clave que todos los decoradores tienen en cuenta. Estos son los siguientes:

1. La cantidad de luz natural que entra en la casa.
2. Control de la temperatura interior y exterior.
3. Los niveles de ruido. 
4. Un ambiente relajado.
5. Armonía y equilibrio.

Todos estos elementos de diseño interior deben estar equilibrados entre sí para crear un interior estéticamente agradable.

Además, hay que tener en cuenta el espacio que tenemos, o sea, los metros cuadrados, y otros aspectos como las líneas y las texturas y colores.

Saber combinar todos estos elementos es básico para tener un hogar saludable y confortable. A continuación, os damos unas claves para integrar todos estos elementos.

Luz

La luz del sol es básica para la vida en el planeta. Los seres humanos necesitamos la mayor cantidad de luz natural en nuestra vivienda si queremos que esta sea cómoda y agradable.

Además, cuanta más luz tenga nuestra vivienda esta parecerá más grande.

Conseguir que tu casa sea más espaciosa aprovechando la luz no sólo te proporcionará armonía y equilibrio sino también es un valor a tener en cuenta si la quieres vender en el futuro.

A mayor apariencia más valor tendrá. 

Sin embargo, es muy posible que la situación de nuestro piso no ofrezca las mejores posibilidades a la hora de aprovechar la luz del sol.

Afortunadamente, la cantidad de luz natural que entre en nuestra casa se puede maximizar con ciertos trucos. Uno de ellos es usar la luz artificial para cubrir la falta de luz natural.

Antes de aumentar la luz artificial de cada estancia colocando bombillas o lámparas calcula el número de horas que le da el sol cada día a cada estancia.

Por otro lado, determina la cantidad de luz que necesita cada habitación.

Para ello utiliza la siguiente fórmula del lux: 1 LUX equivale a 1 LUMEN por metro cuadrado.

1 Lux o 1 lumen es la unidad métrica internacional para calcular el flujo de luz que emite una bombilla o cualquier otro dispositivo. 

Así, si usamos una bombilla o panel LED de 1.000 lumen en una habitación de 10 metros cuadrados el nivel de luz en dicha estancia será de 100lx.

Un salón debe tener entre 100 a 250 luxes ya que suele tener ventanas por las que entra la luz. Otras estancias más oscuras como el baño necesitan cantidades mayores, por ejemplo de 250 a 400.

La luz del espejo del baño debe tener niveles entre 400 y 500 lx. Algo parecido a la cantidad de luz que debe recibir nuestra mesa de escritorio o de estudio.

Los pasillos requieren unas cantidades menores.

Para aumentar estas cantidades de luz tienes varios trucos:

• Cambiar las persianas y ventanas.
• Colocar estores.
• Pintar las habitaciones con colores neutros y cálidos.
• Colocar espejos y objetos reflectantes como jarrones o metálicos que reflejen la luz.

Temperatura

Una vez tenemos resuelto el problema de la luz toca entrar en detalle sobre el control de la temperatura interior y exterior. Ten en cuenta que uno de los factores más cruciales para nuestro confort interior es evitar temperaturas interiores desagradables.

De media pasamos alrededor del 90 por ciento de nuestro tiempo en el interior de edificios (hogar, oficinas, centros comerciales).

Por eso es importante asegurarnos que las temperaturas en el interior de nuestro hogar sigan el mismo ritmo que las del exterior (suben durante el día y bajan por la noche) y que no sea excesivas.

Nuestro organismo está diseñado para seguir los ritmos del exterior, así si tenemos en cuenta este patrón a la hora de controlar la temperatura en nuestro hogar podemos conseguir un ambiente confortable teniendo una temperatura que se adapta a nuestro ritmo de vida.

En invierno, la temperatura estándar en el hogar debería rondar los 20 a 23 grados. Esta cantidad es ideal para no gastar mucha energía y para mantenernos cómodos en cualquier estancia.

La mayoría de la gente está de acuerdo en que una temperatura saludable oscila entre los 20 y los 24 grados centígrados, grado arriba grado abajo, aproximadamente.

Si en invierno quieres calor en verano deseas fresco, por eso mucha gente desea bajar los termómetros cuando llega el verano. Estas cifras son orientativas ya que debes tener en cuenta qué área de tu casa utilizas más, qué tipo de aparatos y calefacción tienes.

Por otro lado, la temperatura ambiente más confortable variará en función de sus preferencias personales, la estación del año y tus habitaciones favoritas. 

Una vez determinas todos estos factores es más fácil saber cuál es la temperatura con la que te encuentras más cómodo en cada entorno o habitación de la casa. 

Cómo controlar el ruido

Además de ser una fuente de irritación, los ruidos no deseados, como el del tráfico, pueden causar estrés y tener un impacto negativo directo en nuestro bienestar.

Por tanto, hay que reducir al mínimo el ruido externo sin olvidar el ruido interno en la casa. Para ello, intenta comprar electrodomésticos con niveles bajos de ruido.

Por ejemplo, si quieres comprarte un deshumidificador que tenga menos de 45 dB (decibelios) que es el ruido equivalente a una conversación en voz baja.

Otro truco para evitar ruidos es cambiar el suelo y las puertas. Colocar ventanas con doble cristal es otra forma de insonorizar nuestra casa, así como de mejorar la temperatura interior.

Un truco para bajar el ruido interno de la casa es usar los sistemas de calefacción/refrigeración o ventilación por la noche o bien en habitaciones con las puertas cerradas.

Conseguir un ambiente relajado en tu hogar

Tener un hogar saludable y confortable es posible si le prestas atención al ambiente. Piensa que un hogar tranquilo y agradable va mucho más allá de apariencia de los objetos que tengas, así como de la estética y el diseño de tu hogar.

Sin importar cómo sea el estilo o decoración de tu hogar y tus gustos personales, a continuación, te contamos 5 formas prácticas de transformar tu casa en un lugar seguro y relajado.

• Coloca los objetos y los muebles de forma que no te generen estrés y que no quieras moverlos cada poco tiempo.
• Considera la idea de colocar más textiles y cojines en tu sofá. 
• Coloca plantas o flores frescas en alguna estancia de la casa.
• El uso de mantas para decorar puede hacer que tu casa esté desordenada. Un consejo, ten las mantas cerca, pero usa una cesta o baúl que puedes usar para guardar otros objetos.
• Ten a mano una lámpara de pie con luz regulable para leer por la noche o para usar con la televisión puesta.

Armonía y equilibrio

La decoración de una casa u hogar es algo complejo ya que depende de los gustos de todas las personas que viven en dicho hogar. A todos los miembros de la casa, sean grandes o pequeños les gusta dar un toque personal a su hogar.

No obstante, los gustos de cada miembro de la familia pueden ser muy diferentes entre sí y dar desorden si se usan todos. Para evitar esto necesitas una idea y estilo que abarque los gustos de la mayoría de los miembros de la casa.

Piensa que la selección y la disposición de objetos e ideas desordenadas es clave para que tu casa tenga armonía.

La armonía y el equilibrio son dos principios artísticos que producen una impresión de unidad y orden.

Por ejemplo, cuando todos los objetos que tienen alguna semejanza están relacionados entre sí por uno u otro aspecto, se supone que son armoniosos.

Es decir, la armonía es una combinación agradable de ideas relacionadas entre sí. Para que las cosas estén en armonía puedes hacerlo de varias formas: usando la armonía en las líneas, en las formas, en los tamaños, en los colores, en el entorno y en la textura.

“No es conveniente mezclar objetos muy pequeños y grandes en una misma estancia. A menos que todos ellos sean del mismo artista o color”. 

Un hogar saludable y confortable pasa por elegir bien los colores

En ese caso, la habitación sí puede ser armoniosa. Otro ejemplo de armonía son las líneas y los colores. Una estancia equilibrada es aquella que no abusa de los colores y los combina entre sí.

Eso sí, para ello es clave saber elegir una paleta de colores. Otra forma de guardar el orden y la armonía es usar las mismas líneas de decoración.

Por ejemplo, si tienes muchos objetos como cuadros y muebles cuadrados como una mesa no es muy recomendable añadir líneas curvas. 

La decoración de interiores depende en gran medida de la armonía y de saber equilibrar estos aspectos para conseguir un ambiente agradable y placentero.

Esperamos haberos aclarado cómo conseguir un hogar saludable y confortable con estos consejos.

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