¿Sabías que tener una sauna en casa es posible sin hacer muchas obras?, ¿Eres manitas y te gusta el calor en tu casa? Hoy te proponemos cómo poner una sauna en casa y no morir en el intento.

Cómo poner una sauna en casa sin apenas hacer obras

La construcción de saunas personales en el hogar es relativamente sencilla si se selecciona una buena ubicación y se compran los materiales adecuados.

Aunque los estilos y tamaños de las saunas varían, los principios básicos de la construcción de saunas no cambian y son, básicamente, los mismos.

Si sigues los pasos que te diremos a continuación tendrás una idea o esquema general de cómo construir una sauna en tu casa.

Eso sí, lo primero de todo es elegir qué tipo de sauna quieres ya que no todas se pueden poner en algunos sitios y el coste y los beneficios son diferentes en cada una de ellas.

Tipos de saunas

Las temperaturas interiores rondan los 65° y los 90° C. Las saunas suelen tener interiores de madera sin pintar y controles de temperatura. Para hacerlas debes tener en cuenta su tipología:

Saunas finlandesas

Primero, están las saunas finlandesas, estas son una habitación de madera con un calefactor que calienta unas piedras que desprenden calor seco.

Se pueden hacer de muchas formas, desde adaptar una habitación o baño o hacer una sauna en el jardín.

Estas se dividen a su vez según el método de calefacción que utilicen, bien sea mediante leña o calefacción eléctrica.

Saunas finlandesas de leña

Las saunas que utilizan leña son un tipo de sauna finlandesa. También se conocen como “savusauna”. Su punto positivo es que no requieren el uso de la electricidad.

Utilizan un fuego abierto para calentar una pila de rocas, que tienen que soportar altas temperaturas sin agrietarse o dañarse.

Las rocas más usadas son:

• Peridotita
• Hornblenda
• Basalto

Estas rocas se caracterizan por ser de cantera no erosionadas cuya principal característica es que pueden soportar la presión del calor.

El diseño de estas requiere un periodo de tiempo más largo para calentarse. En la actualidad existen versiones de estas saunas que utilizan una estufa en lugar de rocas.

Saunas con calefacción eléctrica

Otra versión de las saunas finlandesas son las que utilizan la calefacción eléctrica. El calor es proporcionado por una estufa eléctrica o bien mediante el gas como el propano o el gas natural.

Gracias a su diseño de calefacción, las saunas eléctricas son bastante limpias, rápidas de calentar y cómodas. La temperatura máxima de una sauna eléctrica ronda los 90° C.

Por temas de seguridad no se permite que la sauna con calefacción eléctrica funcione durante más de una hora sin reiniciarla.

La desventaja es que requiere electricidad lo que hará que el consumo de la electricidad se note en lo que pagues a final de mes. Este inconveniente hace que mucha gente se decante por otras opciones más eficientes desde el punto de vista energético. 

Baños turcos o saunas de vapor

Otras opciones y clases de saunas son saunas de calor mediante el vapor al más puro estilo de un baño turco. Estas saunas funcionan con el calor del vapor caliente.

No cuestan mucho trabajo hacerlas, eso sí, sus ventajas son un poco diferentes a las saunas finlandesas.

Se caracterizan por un calor húmedo, que suele funcionar a unos 40° C. Para calentar el interior utilizan el calor. A más calor, más vapor.

El único punto en su contra es que pueden alcanzar temperaturas muy altas rápidamente, por lo que hay que tener cuidado con su encendido y mantenimiento.

A diferencia de las saunas de calor seco, los baños de vapor suelen ser más calientes para la piel porque el aire rico en humedad impide que el sudor se evapore y enfríe el cuerpo.

Saunas de infrarrojos

Finalmente, tenemos opciones más modernas a través del calor que desprenden los rayos infrarrojos. El ahorro energético es mayor y sus beneficios son muy similares a una sauna clásica.

El truco consiste en conseguir el aparato de infrarrojos que es lo que más cuesta del equipamiento. Para ello, se usan lámparas de infrarrojos, que emplean radiación electromagnética.

Las saunas de infrarrojos pueden funcionar a una temperatura de entre 49° y 60° C, a diferencia de las saunas tradicionales que suelen funcionar entre los 65° y los 82° C.

Estas estufas hacen que el calor penetre más profunda y directamente en tu piel que el simple aire caliente. De esta forma, la sudoración es más intensa que otras saunas como las turcas.

Una vez que sabes los tres tipos de saunas que existen y cuál es la que más te conviene es necesario hacerse con los materiales y seguir los pasos que te vamos a detallar a continuación a la hora de saber cómo poner una sauna en casa.

Instrucciones y pasos a seguir

Lo primero de todo es elegir una buena habitación. Para ello, debes tener en cuenta el suelo y los materiales.

Elegir una buena zona

Necesitarás un suelo plano y nivelado, como una losa de hormigón que haya sido sellada. También puedes utilizar resina para nivelar.

El suelo de una sauna suele estar hecho de losas de madera desmontables, y como se evaporará mucha agua, es conveniente asegurarte que el subsuelo sea impermeable.

En caso de que quieras asegurarte de que el agua y la humedad no van a llegar al piso de abajo siempre puedes alicatar el subsuelo.

Escoger la madera

Una vez has escogido una habitación vas a necesitar madera para revestir las paredes y el suelo. Una excelente opción es la cicuta.

Las razones son obvias: no se calienta tanto como otras maderas y será mucho más cómoda para caminar con los pies descalzos cuando la sauna esté caliente.

Además, esta madera es muy resistente al moho y a la intemperie.

Instala los maderos o listones

El suelo de su sauna estará hecho de madera que se coloca en secciones o en tablones de madera. Una vez los tienes instalados debes sellarlos.

Toda la madera de la sauna, incluido el suelo, debe ser tratada y sellada. Para ello, existen productos especiales que puedes comprar en tiendas especializadas.

Si lo prefieres siempre puedas usar el aceite de linaza, lo bueno es que añade un agradable aroma a la madera además de protegerla.

Es importante tener en cuenta que sólo hay vigas desnudas en la habitación y en el techo, así como un suelo no permeable. Las baldosas, el cemento y el vinilo son suelos no permeables.

La madera contrachapada funcionará, pero es bueno al menos poner baldosas bajo el calentador de la sauna. O en cualquier lugar donde se pueda acumular agua.

Aislamiento

Es bueno aislar las paredes con fibra de vidrio o bien otro sistema eficiente. Un aislamiento adecuado ayuda a reducir los costes energéticos.

Lámina para reflejar el calor

Si quieres más calor siempre es bueno colocar láminas para mejorar el aislamiento y que actúen como barrera de vapor. Puedes usar láminas finas en todas las superficies interiores, tanto en las paredes como en el techo.

Una barrera de vapor protege a las paredes de la absorción de vapor. Pero el vapor es necesario que salga, para ello es conveniente instalar una rejilla de ventilación.

Y con estos pasos a seguir ya sabes cómo poner una sauna en casa de forma fácil y sencilla. A continuación, te vamos a hablar de los beneficios y recomendaciones.

Beneficios de la sauna

Las saunas son pequeños espacios situados en una habitación interior que se calientan y se alimentan con agua para crear un ambiente caliente y húmedo en el que las personas pueden relajarse.

Al margen de la relajación estos lugares tienen los siguientes puntos positivos:

• Mejoran la salud en general, el bienestar y el rendimiento físico y deportivo. Ayudan a la recuperación después de una actividad física intensa ya que relajan los músculos y alivia los dolores musculares y articulares.
• Las saunas alivian el estrés, incluso inducir un sueño más profundo.
• Ayudan a mejorar la salud del corazón. Una persona promedio derrama medio litro de sudor durante una breve estancia en la sauna. El pulso se dispara en un 30 por ciento o más, lo que permite al corazón casi duplicar la cantidad de sangre que bombea cada minuto.
• Eliminan las toxinas a través del proceso de sudoración.
• Limpian la piel y queman calorías.

Precauciones para tomar en la sauna

Ahora que ya sabes los puntos positivos de tener y cómo poner una sauna en casa es conveniente que tengas en cuenta estas recomendaciones.

Y es que aunque la sauna tiene muchos efectos positivos también tiene efectos importantes en el cuerpo.

De hecho, suelen ser seguras para la mayoría de las personas, pero eso no quita que los usuarios con hipertensión arterial no controlada y enfermedades cardíacas deben consultar a sus médicos antes de utilizarlas.

Aquí tienes unas recomendaciones generales antes de entrar en una sauna:

• No se debe permanecer en el interior de una sauna de unos 20 minutos. Siempre se puede volver si se alterna con un baño frío. Pero es conveniente parar un rato antes de volver dentro.
• Es importante evitar el alcohol y los medicamentos que puedan dificultar la transpiración y producir sobrecalentamiento antes y después de la sauna.
• Es recomendable enfriar el cuerpo al salir.
• Se debe beber agua a menudo, tanto en el interior como al salir después de cada sesión.
• No tomar una sauna cuando estés enfermo, y si te sientes mal en el interior, sal inmediatamente y bebe agua.

Con estos trucos y recomendaciones acabamos este artículo de cómo poner una sauna en casa sin apenas hacer obras. Esperamos que os guste y os animéis a instalar una en vuestra casa. Si no os atrevéis a montarla vosotros mismos en Renovalia contamos con un equipo especializado en reformas que podrán echarte una mano.

Como veis son muchos los beneficios y no cuesta tanto si escogéis un buen lugar y os hacéis vosotros con los materiales. Si creéis que el artículo le puede interesar a alguien no dudéis en compartirlo en redes sociales.

Como siempre os esperamos la semana que viene con más noticias de estilo de vida en nuestro blog lifestyle.